Analizamos las claves de la Futura Ley de la Vivienda

El pasado 5 de octubre de 2021, el Gobierno anunció el proyecto de una nueva ley de vivienda a nivel estatal. Según el ejecutivo “va a producirse una reserva de todas las nuevas promociones del 30% para vivienda protegida y de ese 30%, la mitad va a ser para alquiler social; es decir, que, en toda la nueva construcción, ya sea pública o privada, se va a tener que reservar un 30% para vivienda protegida”.

Además, el Consejo de Ministros aprobó el 5 de octubre un RD Ley, incluidos en los fondos europeos, para regular los programas de rehabilitación de residencias y construcción de vivienda social, para el que se destinarán 4.420 millones de euros. Entre otras medidas, se construirán 20.000 nuevas viviendas destinadas a alquiler social.

Puntos importantes de la Ley de la Vivienda 

Los puntos candentes de esta futura ley son los siguientes:

  1. El 30% de las nuevas promociones de vivienda se destinarán a vivienda protegida.
  2. Asignar una regulación en los precios de alquiler establecida por ley para las zonas tensionadas.
  3. Definir al “Gran tenedor de vivienda”. Según el proyecto, éstos serían los propietarios que tuvieran más de 10 viviendas.
  4. Un impuesto a la vivienda vacía a través de un recargo del impuesto sobre bienes inmuebles (IBI) de hasta el 150%.
  5. Propuesta de una mejora de la regulación del IRPF para estimular el alquiler de vivienda habitual a precios asequibles.
  6. Facilitar un bono de 250 euros para fomentar la emancipación de los jóvenes de entre 18 y 35 años. Dicha medida estaría incluida en los Presupuestos Generales del Estado de 2022 y no en la futura ley de la vivienda.

Dichas personas deben disponer de unas rentas en cada ejercicio por debajo de los 23.725 euros, que son tres veces el IPREM. Este bono anual de 3.000 euros se podrá recibir durante dos ejercicios.

Puesta en marcha

La nueva ley de la vivienda incluirá la regulación el precio del alquiler para las personas jurídicas que sean grandes tenedores. Como hemos dicho antes, serán aquellos que cuenten con más de 10 viviendas en posesión. Deberán, por ley, descender los precios de los alquileres en base al índice de referencia para todos los contratos en las zonas de mercado tensionadas. La norma considera como tales aquellas áreas, distritos, barrios o ciudades en la que los precios medios del alquiler han crecido en los últimos cinco años más de cinco puntos por encima de lo que lo ha hecho el IPC. Además, el importe de media de la renta debe ser más del 30% de la media de ingresos por hogar o familia.

Las viviendas deshabitadas podrían estar sujetas, ya tengan de propietaria a una persona física o jurídica con más de cuatro inmuebles, a un recargo en el Impuesto sobre Bienes Inmuebles de hasta el 150%. Dicho impuesto lo podrán aplicar los ayuntamientos.

Otro de los puntos importantes de la Ley de Vivienda, tal y como hemos comentado al principio de este artículo, va a ser los cambios en la fiscalidad. Se propone una mejora de la regulación del IRPF para estimular el alquiler de vivienda habitual a precios asequibles, a través del cambio de la actual reducción del 60% en el rendimiento neto del alquiler de vivienda habitual.

Para ello, el proyecto de ley propone disponer, en los nuevos contratos de arrendamiento, un porcentaje de reducción general del 50%. Este porcentaje se podrá ir modificando en función de una serie de parámetros, como son el alquiler de viviendas protegidas, que tendrán una reducción adicional del 10%; alquiler de viviendas recientemente rehabilitadas, también un 10% o alquiler de viviendas a jóvenes entre 18 y 35 años, un 20% de reducción.

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